Cambia, todo cambia, dice una canción del chileno Julio Numhauser, inmortalizada en la voz de Mercedes Sosa.

"Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo..."

Y si, según la canción cambia el modo de pensar y lo profundo, por qué no habría de cambiar algo tan superficial como que un candidato que en 2015 se comprometió con su espacio político a no hacer campaña con pegatina de afiches lo haga sin problemas en 2017.

"Los afiches pegados en paredes, postes de luz, casas ajenas y demás lugares en Hurlingham opacan la imagen de la ciudad que queremos", decía en su Facebook Lucas Delfino, el 15 de abril de 2015, a la vez que anunciaba: "Es por eso que decidimos tomar esta iniciativa. Es responsabilidad de todos tener acciones y conductas para lograr juntos un Hurlingham más limpio", y bajo estos argumentos, sostenía "Nos comprometemos a no pegar afiches".

Incluso, orgulloso de su iniciativa, una semana después anunciaba que el intendente de entonces, Luis Acuña, en teoría tampoco pegaría afiches y advertía: "esperemos que continúe así".

"Juntos somos el cambio", prometía también entre otras muchas cosas el por entonces candidato a Intendente por Cambiemos, Lucas Delfino. Y parece que en estos dos años se comprometió tanto con el "cambio" que también cambió su parecer sobre las pegatinas.

El ahora Subsecretario de Políticas Municipales de la Nación, quien perdió la cerrera por la Intendencia vuelve al ruedo electoral en el pago chico y se pone a la cabeza de una de las listas de concejales que tendrá Cambiemos en las PASO, pero esta vez, ya sin pruritos respecto al tipo de campaña.
Sin que se la pueda catalogar como "campaña sucia" de las del estilo de Durán Barba, Delfino arrancó al menos con una "campaña que ensucia". Los postes de Hurlingham muestran su cara y su nombre y anuncian que es candidato a concejal en 2017.

Al parecer, al igual que muchas de las promesas de campaña en 2015, en esto también hay cambios.